Teresita Gaviria, integrante de las "Madres de la Candelaria", celebró el acuerdo y lo calificó como 'un descanso'.
Por: AFP
Gaviria fundó su movimiento inspirada en las "Madres de la Plaza de Mayo", separadas de sus hijos durante la dictadura militar en Argentina. /AFP
Teresita Gaviria seguramente pensó en su hijo, desaparecido hace 17 años en el noroeste de Colombia, cuando vio este miércoles al presidenteJuan Manuel Santos darse la mano con el jefe máximo de la guerrilla Farc, Timochenko, tras sellar un acuerdo clave de justicia.
"Todas las víctimas podemos estar tranquilas", dijo a la AFP Gaviria, quien para reclamar por su hijo creó en 1999 "Madres de la Candelaria", voz de los desaparecidos del conflicto armado colombiano que hace más de medio siglo desangra el país.
Esta mujer de cabello corto y rostro maternal recibió con emoción "la histórica noticia" que se producía en Cuba, sede de los diálogos de paz entre el gobierno y las Farc, principal y más antigua guerrilla del país.
Al borde de las lágrimas siguió los anuncios en su natal Medellín, segunda ciudad de Colombia, donde fundó su movimiento inspirada en las "Madres de la Plaza de Mayo", separadas de sus hijos durante la dictadura militar en Argentina (1976-1983).
Para ella, que es una de las 60 víctimas que viajó a La Habana para dar su testimonio ante la mesa de negociación, lo ocurrido hoy en Cuba "fue un remate mortal para todas las personas que dudaban de la paz de los colombianos, una paz que anhelábamos todos, tanto víctimas y no víctimas".
"Es un descanso", afirmó frente al televisor, que mostraba las imágenes de ambas delegaciones de paz, encabezadas por Santos y por Timochenko, sellando un pacto de justicia especial para todos los actores del conflicto armado, que crea una "jurisdicción especial para la paz".
"Esto ha sido lo mas importante que nos ha ocurrido desde los tres años que llevan los diálogos", dijo, convencida de que todo "cogió otro rumbo" con la llegada del papa Francisco a Cuba.
Francisco, de visita en Cuba esta semana, instó a evitar un nuevo "fracaso" en las negociaciones, cuarto intento de conseguir la paz en los últimos 30 años.
"No tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y de reconciliación", dijo el papa el domingo, al dirigir su pensamiento "a la querida tierra de Colombia", en la lectura del Angelus tras la misa campal en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Una noticia para aplaudir
Gaviria vivió en carne propia los rigores de más de 50 años de conflicto en Colombia al sufrir en 1998 el secuestro de su hijo Cristian Camilo Quirós, cuando tenía 15 años, además del asesinato de su padre y la desaparición de sus hermanos.
Por eso, entre incrédula y sorprendida, soltó un aplauso que acompañó un momento de angustia cuando en la televisión se anunció que, a más tardar, el 23 de marzo del próximo año se firme definitivamente la paz.
Aún existen 26.000 casos de desaparición forzada en Colombia, de los cuales 37% son atribuidos a las Farc, según un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica.
El conflicto interno, que ha enfrentado al Ejército con guerrillas comunistas, paramilitares de extrema derecha defensores de grandes terratenientes y bandas criminales, ha dejado al menos 220.000 muertos y unos seis millones de desplazados.
Gaviria, quien perdió a su hijo secuestrado por los paramilitares, contó a la AFP que las "Madres de la Candelaria" nacieron de la "falta de solidaridad" y la "indiferencia" de la sociedad.
La Asociación Caminos de Esperanza Madres de La Candelaria agrupa afamiliares víctimas de secuestro, la desaparición forzada y demás violaciones de los derechos humanos, que buscan la verdad, la justicia, la reparación.
"No queremos que desaparezca una persona más", dijo Gaviria en septiembre de 2014, luego de contar su historia ante los plenipotenciarios del gobierno de Santos y las Farc, que escucharon atentamente varias delegaciones de víctimas que acudieron a La Habana. Hay Más.-
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