Más frases del Pte. santos al recibir Nobel de Paz - amadoucrosnoticias.blogspot.com - bp - Sig -

·  Es insensato pensar que el fin de los conflictos sea el exterminio de la contraparte.
·  La victoria final por las armas –cuando existen alternativas no violentas– no es otra cosa que la derrota del espíritu humano.
·  El primer paso fue dejar de ver a los guerrilleros como enemigos, para considerarlos simplemente como adversarios.
·  Humanizar la guerra no es solo limitar su crueldad, sino también reconocer en el contrincante a un semejante, a un ser humano.
·  El verdadero premio: ¡la paz de mi país!
·  La paz no es de un presidente ni de un gobierno, sino de todo el pueblo colombiano, pues la tenemos que construir entre todos.
·  (Este premio) lo recibo –sobre todo– en nombre de las víctimas; de más de 8 millones de víctimas y desplazados cuyas vidas han sido devastadas por el conflicto armado, y más de 220 mil mujeres, hombres y niños que, para nuestra vergüenza, han sido asesinados en esta guerra.
·  Este premio pertenece también a los hombres y mujeres que, con enorme paciencia y fortaleza, negociaron en La Habana durante todos estos años.
·  Yo quiero exaltar la voluntad (de los negociadores de las FARC) de abrazar, de alcanzar la paz, porque sin ella el proceso hubiera fracasado.
·  Dedico este premio a los héroes de las Fuerzas Armadas de Colombia.
·  Comparto este premio con la comunidad internacional que, con generoso y unánime entusiasmo, respaldó el proceso de paz desde sus inicios.
·  El acuerdo de paz en Colombia es un rayo de esperanza en un mundo afectado por muchos conflictos y demasiada intolerancia.
·  Lo que en un principio parece imposible –si se persevera– se puede volver posible, incluso en Siria o en Yemen o en Sudán del Sur.
·  El apoyo regional es indispensable para la solución política de cualquier guerra asimétrica.
·  No me cabe duda de que este modelo (de justicia transicional) será uno de los grandes legados del proceso de paz de Colombia.
·  Hay una guerra menos en el mundo, ¡y es la de Colombia!
·  La Guerra contra las Drogas no se ha ganado, ni se está ganando. (…) Es hora de cambiar nuestra estrategia.
·  No tiene sentido encarcelar a un campesino que siembra marihuana, cuando –por ejemplo– hoy es legal producirla y consumirla en 8 estados de los Estados Unidos.
·  La forma como se está adelantando la guerra contra las drogas es igual o incluso más dañina que todas las guerras juntas que hoy se libran en el mundo.
·  Somos el resultado de nuestros pensamientos; pensamientos que crean nuestras palabras; palabras que crean nuestras acciones.
·  Tenemos que cambiar desde adentro. Tenemos que cambiar la cultura de la violencia por una cultura de paz y convivencia; tenemos que cambiar la cultura de la exclusión por una cultura de inclusión y tolerancia.
·  El proceso de paz de Colombia que se premia hoy en Oslo es la síntesis y el resultado de muchos esfuerzos positivos que se han realizado a través de la historia y alrededor del mundo.
·  En un mundo en que los ciudadanos toman las decisiones más cruciales –para ellos y para sus naciones– empujados por el miedo y la desesperación, tenemos que hacer posible la certeza de la esperanza.
·  En un mundo en que las guerras y los conflictos se alimentan por el odio y los prejuicios, tenemos que encontrar el camino del perdón y la reconciliación.
·  En un mundo en que se cierran las fronteras a los inmigrantes, se ataca a las minorías y se excluye a los diferentes, tenemos que ser capaces de convivir con la diversidad y apreciar la forma en que enriquece nuestras sociedades.
·  Despertemos la capacidad creadora para el bien, para la construcción de la paz, que reside en cada alma.
·  Al final, somos un solo pueblo y una sola raza, de todos los colores, de todas las creencias, de todas las preferencias.
·  Nuestro pueblo se llama el mundo. Y nuestra raza se llama humanidad.

·  El sol de la paz brilla, por fin, en el cielo de Colombia. ¡Que su luz ilumine al mundo entero. Hay más.

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